Hoy se da inicio a la Semana Santa en oriente. El Domingo de Ramos es una festividad que se celebra con profundo fervor en la Iglesia Ortodoxa. Esta conmemoración recuerda la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, además de marcar el inicio de la Semana Santa, una semana llena de significado espiritual y devoción.
Según los registros de la peregrina Egeria en el siglo IV, la celebración del Domingo de Ramos ya era una tradición arraigada en la Iglesia de Jerusalén. Egeria describe cómo la comunidad, incluyendo mujeres y figuras ilustres, descendía del Monte de los Olivos hacia Jerusalén portando ramos de olivo y palma, en una procesión que imitaba la entrada de Jesús a la ciudad, tal como se narra en los Evangelios (Mc 11,1-10; Jn 12,1.12-19). Este acto litúrgico incluía también la recitación del Credo por parte de los catecúmenos, una práctica que simboliza la preparación y la renovación de la fe antes de la Pascua.
Esta tradición se extendió gradualmente a otras regiones como Hispania y Galia en los siglos VI y IX respectivamente, evidenciando su creciente importancia y la universalidad del rito dentro de la cristiandad.
La observancia del Domingo de Ramos en la Iglesia Ortodoxa moderna es profunda y multifacética. Comienza con las Grandes Vísperas el sábado por la noche, seguido por el servicio de maitines y la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo el domingo. Durante estos servicios, se realizan lecturas específicas que reflejan los eventos conmemorados: desde profecías del Antiguo Testamento en Génesis y Zacarías hasta los relatos del Nuevo Testamento en Mateo y Juan, que narran directamente la entrada de Jesús en Jerusalén.
Uno de los momentos más simbólicos es la Bendición y Distribución de las Palmas, que se lleva a cabo durante el Orthros. Frente al iconostasio se coloca una mesa con una cesta de cruces tejidas de palma. La oración de bendición, que originalmente se recita antes de los Salmos de alabanza, es un momento de gran significado, invocando la bendición sobre las palmasa su vez que a los portadores de estas, alentándolos a vivir una vida cristiana virtuosa, reflejando la victoria de Cristo sobre la muerte.
El Domingo de Ramos en la tradición ortodoxa, más que una simple conmemoración histórica, es una vivencia espiritual que prepara a los fieles para la semana más sagrada del cristianismo. Portar ramos de palma recuerda la victoria de Jesús, su victoria eterna sobre el pecado y la muerte, prometiendo una nueva esperanza y renovación de la vida a través de la Resurrección.
Fuentes:
[1] Egeria. (s. IV). Peregrinatio Aetheriae.
[2] Di Berardino, A. (2008). Encyclopedia of Ancient Christianity. IVP Academic.
[3] Greek Orthodox Archdiocese of America. (n.d.). Palm Sunday. Recuperado de https://www.goarch.org/palmsunday-learn
Renatto Roncal, Cristianismo Pleno
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου
Σας ευχαριστούμε.
Σημείωση: Μόνο ένα μέλος αυτού του ιστολογίου μπορεί να αναρτήσει σχόλιο.