Parabola: El arbol frutal
Un hombre fiel, oprimido por los enemigos, fue un día a su sacerdote y se quejó con él, diciendo:
- "¿Qué tienen conmigo padre, por qué no me dejan en paz los enemigos?"
El padre, un hombre anciano y sabio, lo tomó y lo llevó al jardín. Había varios árboles frutales con su cosecha y habia otros infructuosos.
- "Aquí, hijo mío, tienes la parábola de la vida. ¿Crees que alguien le exige a estos árboles que sólo tienen hojas? No, hijo, la gente le exije a los árboles frutales. Alégrate de que la gente te oprima, porque como del árbol frutal que eres saldran frutos de virtud y santidad.
"Así mismo serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús."
2 Timoteo 3:12
Pequeñas Historias Ortodoxas.
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