Parabola: El Agua
Cierto hombre, al sentir falta de agua, comenzó a pedirle a Dios que le diera agua. Durante mucho tiempo imploro a Dios con su petición. Finalmente escuchó la voz de Dios que le decía: “Puedo darte agua, mucha agua. ¿Pero en qué llevaréis Mi agua y cómo la almacenaréis? Primero, cava un pozo. ¡Y lo llenaré con agua limpia y fresca! Mía es el agua y tuyo el pozo”.
"A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra."
Salmo 121:1-2
Pequeñas Historias Ortodoxas.
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