IRÉMOS AL INFIERNO PORQUE DORMIMOS TRANQUILOS.
GLORIA A DIOS, tenemos nuestra salud en la familia.
Tenemos nuestra belleza.
Tenemos nuestro trabajo.
Tenemos nuestra propia casa o incluso nuestra propia casa de verano.
Tenemos nuestro sueldo y no nos falta nada esencial.
Nos espera un abrazo.
Tenemos nuestra carrera.
Tenemos nuestra dignidad.
Nuestros hijos estudiaron y encontraron un buen trabajo.
También echamos una moneda de cinco euros a la caja de los pobres y calmamos nuestra conciencia.
También vamos a la Iglesia y observamos todas sus reglas.
Regresamos como pueblo devoto a todos los monasterios y peregrinaciones.
¡Gloria a Dios por su escandaloso amor y favor hacia nosotros!
Ahora ...
Si la persona que está a tu lado tiene cáncer.
Si la persona que está a tu lado perdió su trabajo.
Si la persona de al lado perdió a su hijo.
Si la persona que está a tu lado pasa su vida en instituciones y estructuras porque no tiene a nadie que la abrace.
Si la persona que está a tu lado está deprimida y pensando en terminar con su vida.
Si la persona que está a tu lado no tiene ni para un café, no lo demuestres.
Si la persona que está a tu lado lo perdió todo en un día en una guerra o un terremoto o un falso amor.
Si el niño de al lado perdió a sus padres en un accidente o un divorcio.
Si la persona que está a tu lado vende su cuerpo para vivir.
Si la persona que está a tu lado se derrite, olvidada en una prisión.
Si la persona que está a tu lado no tiene con quién hablar y escuchar.
Si la persona de al lado perdió ayer su perro o su loro, que era su único compañero.
Si la persona que está a tu lado te pide una dosis.
Si la persona que está a tu lado es discapacitada, deforme o está postrada en cama...
Si...si....
...no nos lo digas, bendito, y estarás arruinando nuestra felicidad.
¡Además, palidecemos en indiferencia ante estos malvados e insensibles armadores!
Al menos somos más compasivos que ellos.
¿Estamos bien? Oye, entonces todo está bien!
Así que por favor vete al infierno y déjanos en nuestro hermoso vaso y en paz.
Padre Dionisio Tabakis
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