Venerable Ciriaco y el leon.Los animales realizaron muchos otros servicios útiles para ayudar a los santos. A veces el león hacía las veces de guardián del jardín.
“...Cuando nos acercábamos a aquel lugar, nos salió al encuentro un león enorme y terrible. Viendo que la bestia me aterrorizaba, el discípulo de San Juan me dijo:
“No temas, hermano Cirilo: este león es el sirviente de nuestro padre y no hace daño a los hermanos que vienen a él”.
En efecto, el león, al ver que íbamos hacia el mayor, se apartó del camino. Cuando Abba Ciriaco me vio, dijo:
“Entonces mi hermano de mi monasterio, Cirilo, vino a verme. Habiendo dicho la oración, nos sentamos y comenzamos a hablar. Y su discípulo Juan le dijo:
- ¡Padre! El hermano Cirilo, al ver el león, se asustó mucho.
El mayor me dijo:
“No temas, niño Cirilo, a ese león, porque vive conmigo y guarda estas escasas verduras de las cabras monteses ”
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